MADURANDO EN GRATITUD
Pastor Dionny Báez
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ROMPEHIELO (5 min)
Elegí una de estas dinámicas:
Opción A: “Decime algo pequeño, pero valioso”
Pedile a cada integrante que comparta algo pequeño por lo que está agradecido esta semana (un abrazo, una comida, un gesto, un descanso, etc.).
Opción B: “Si tu gratitud tuviera color…”
Preguntales:
Si tu gratitud hoy tuviera un color, ¿cuál sería y por qué?
(Respuestas rápidas y creativas para aflojar el ambiente).
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Pedile a un integrante del grupo que lea el pasaje. Deuteronomio 8:11–18
Explicación breve:
Este texto no es consejo… es advertencia, alarma, código espiritual.
Dios detuvo a Israel justo antes de prosperarlos para enseñarles:
La gratitud sostiene, protege y multiplica lo que Dios da.
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La gratitud es una fuerza espiritual que mueve el cielo
En la tierra hay fuerzas que mueven cosas (gravedad, dinero, electricidad),
pero en el cielo hay una fuerza que abre puertas: la gratitud.
Donde hay gratitud → el cielo responde.
Donde no hay gratitud → el cielo guarda silencio.
Pregúntale a un integrante del grupo:
¿Qué diferencia ves entre una emoción humana y una fuerza espiritual?
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La gratitud es una fuerza creadora
Leé este ejemplo:
Jesús no multiplicó el pan cuando lo tocó, sino cuando dio gracias.
La gratitud:
Multiplica lo poco.
Transforma lo insuficiente en abundante.
Hace que lo pequeño se vuelva sobrenatural.
Pedile a un integrante del grupo que lea:
“Lo que era poco, se vuelve abundante…” (del contenido del estudio).
Preguntale a un integrante del grupo:
¿Recordás una situación en la que agradecer cambió tu perspectiva?
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La gratitud es señal de madurez espiritual
El niño agradece después.
El maduro agradece antes.
El niño agradece por lo visible.
El maduro agradece por lo invisible.
Pedile a un integrante del grupo que lea:
1 Tesalonicenses 5:18 (si desean complementar).
O repetí: “Dad gracias en todo.”
Preguntale a un integrante del grupo:
¿En qué área de tu vida Dios te invita a agradecer antes de ver resultados?
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La gratitud es una puerta a dimensiones mayores
Pedile a un integrante del grupo que lea: Salmo 100:4
Las puertas del cielo tienen clave.
La clave no es la queja, ni el lamento, ni la súplica…
La clave es la acción de gracias.
La gratitud te traslada:
De necesidad → a provisión
Del dolor → al destino
Del desierto → a la tierra prometida
Pregúntale a un integrante del grupo:
¿Cuál de estas “transiciones espirituales” sentís que necesitas hoy?
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Niveles de gratitud
📌 Nivel 1: Gratitud por lo que Dios hizo
Pedile a un integrante del grupo que lea:
Salmo 103:2
Este es el nivel básico: agradecer lo visible y lo tangible.
Preguntale a un integrante del grupo:
¿Qué beneficio de Dios recordás hoy?
📌 Nivel 2: Gratitud por lo que Dios está haciendo
Pedile a un integrante del grupo que lea:
Filipenses 1:6
Agradecer el proceso: formación, trato, preparación.
Preguntale a un integrante del grupo:
¿Qué proceso estás viviendo hoy que podés agradecer?
📌 Nivel 3: Gratitud por lo que Dios NO hizo
Pedile a un integrante del grupo que lea:
2 Corintios 12:7–9
Agradecer por:
Lo que evitó
Lo que cerró
Lo que impidió
Lo que no permitió que te destruyera
Pregúntale a un integrante del grupo:
¿Cuándo te diste cuenta de que algo que no pasó… en realidad te protegió?
📌 Nivel 4: Gratitud por lo que NO entendés
El “maná que no conocías”.
Lo extraño, lo misterioso, lo que no encaja… pero viene de Dios.
Preguntale a un integrante del grupo:
¿Hay algo que hoy no entendés, pero que estás dispuesto a agradecer por fe?
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Aplicación práctica
Pedí a cada persona que complete esta frase:
“Hoy decido agradecer por __________, aunque todavía no lo vea.”
Luego, orá brevemente por cada uno.
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MINISTRACIÓN PROFÉTICA (Guía para el líder)
Podés declarar en voz alta:
Que un espíritu de gratitud invade cada hogar.
Que la queja pierde poder.
Que la ingratitud se rompe.
Que vienen temporadas de aceleración.
Que la presencia de Dios llena cada ambiente.
Que sus vidas se convierten en un altar de gratitud.
Terminá con una oración breve pero llena de fe
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Tomo el tiempo para motivar una ofrenda.
